Sabéis esa gente que por los motivos que sean, decide grabar sus intervenciones quirúrgicas con una cámara endoscópica, ¿no? No sé, supongo que para enseñarles la cinta a sus parientes un domingo después de comer. Oíd, creo que será más interesante ver otra vez mi extracción de pólipos intestinales, que en el telediario sólo dan malas noticias.
Al caso. Coño, que eso se vaya de las manos. Los motivos médicos dejan de ser importantes, son despreciados. La gente comienza a pedir las grabaciones de sus intervenciones quirúrgicas en HD. Llegan en tropel a los hospitales, quejándose de que la calidad no es lo suficientemente buena como para que la película sea proyectada en una puta pantalla de veintidós metros. Exigen calidad, reivindican que los vídeos de YouTube tienen más definición que la cámara con la que ha sido grabada su operación.
Empiezan a rodar películas de quince minutos con sus órganos internos. Piden acting a los cirujanos, se forman en cursos especializados como operarios de cámaras endoscópicas. Piden planos medios del corazón en blanco y negro para dar dramatismo, hacen un travelling del pis saliendo de la vejiga hacia la uretra con un Nocturno de Schubert de fondo, trazan trágicos argumentos de amor entre el bulbo raquídeo y un riñón.
Pero no, no, esto puede degenerar aún más. Empiezan a rodar películas taquilleras dentro de seres humanos. Es el no va a más. Se invierte capital en empresas que se encargan de la fabricación de atrezzo a nivel microscópico. Pequeñas personas, pequeños coches, pequeñas hamburguesas, RECREAR EL PUTO TIMES SQUARE EN UNA ARTERIA, estar filtrando por vía intravenosa cantidades ingentes de nanoatrezzo durante dos horas hasta que al director le gusta la toma.
¿Ves mi brazo? Sí, sí, en esta vena de aquí se rodó "Furia Asesina 3", una locura, se me está necrosando por los nanoexplosivos. Seguramente se me termine cayendo, pero los del museo del cine están dispuestos a pagarme una millonada si se lo dono.
Joder, la rapiña de esa gente que presta sus cuerpos como set, el deseo de triunfar por lo bajini, ser una estrella pero mal. Rollo: "Yo no podré triunfar jamás, pero mi hipodermis sí lo hará. Hay talento en mis adipocitos".
Grimmer
